Llevar a los niños a ver obras de teatro o cualquier otra arte escénica es una de las actividades culturales que solemos hacer. Sus caritas de emoción y expectativa por ver la obra y conocer sus personajes te estimulan a seguir cultivando el amor por el arte. El teatro es un entretenimiento sano que les permite desarrollar su imaginación y creatividad, aprenden mientras se divierten, los pone a reflexionar; el escenario, las luces y los personajes los transporta al mundo mágico de los cuentos que les leemos antes de dormir, olvidan la tecnología y pasan una tarde llena de aventuras y emociones.
Una de las obras que más les ha gustado a mis niños es la de Peppa Pig, les enseñó el valor de la amistad, el respeto, la cooperación, los hizo reír, cantar y bailar. Cada vez que pasamos por el teatro se emocionan y dicen que ahí vive Peppa.
El teatro, los títeres, y en general las artes escénicas, los ha estimulado a improvisar, les gusta disfrazarse y actuar como el personaje, modulan la voz, inventan historias, construyen escenarios y hasta nos invitan a participar en sus espectáculos. Siempre que podamos los seguiremos llevando a ver obras de teatro, títeres y espectáculos acorde a sus edades.